sábado, 5 de febrero de 2011

Un reencuentro interesante

Mientras navegaba en determinado sitio, buscando algunos miembros que participaran en la colectividad y que hubieran sido profesores, amigos, conocidos de mis tiempos en que habitaba en la cuarta región, por Vicuña o Illapel,  me encuentro con un profesor, que sin lugar a dudas, fue el que marcó el camino que hasta hoy he seguido.
¡El viejo de matemáticas!, joven en ese tiempo (menos edad que yo ahora a los 41 años) con uno lentes gruesos, regordete y una voz bien impostada. La primera vez que lo vi me cayó mal su sarcasmo, sobretodo su comentario que el promedio 7.0 en matemáticas se me iría a las pailas… y así fue.
No obstante con el paso del tiempo logré entender a este Ser, Adán Cifuentes, materialista histórico, profesor de física y matemáticas, amante de Silvio Rodríguez y de las mujeres. Él no nos enseñaba ni física ni matemáticas, él nos enseñaba a pensar, a razonar matemáticamente con elementos simples; las ecuaciones como las planteaba ya no eran un enigma, eran invitaciones a develar resultados que seguían un proceso bastante bien definido en reglas, donde solamente había que saber cual de todas usar.
Y así fui creciendo, mejoré el promedio, matemáticas y física se hicieron fáciles, tanto que la forma que aprendí de este profesor fue la que me permitió lograr 803 puntos en la PAA y entrar en medicina. Ojalá existieran mas profesores así, profe de nacimiento y vocación como el Adán Cifuentes, exigentes pero también maestros que lo llevan a uno de la mano y lo dejan caminando.
Pasaron los años y le perdí la huella, lo busqué en la red y anoche veo su nombre entre muchos, ¿será aquel Adán que tanto me marcó y a quien debo el ser médico ahora?. No temí, lo contacté y tamaña respuesta: Era!
Adán, profe, por fin te puedo agradecer las herramientas que entregaste.
Muchas Gracias!
JJ