viernes, 27 de febrero de 2015

Igual que tú




Los árboles renuncian a ser madera fragmentándose en cuadernos
donde se disuelven bosques cuando escribo.
Y la tinta?
qué fue de ese pigmento que había en tu pelo
cuando te hablo de bits, en una escritura a escala de 800 x 600
y con 256 matices parecidos?
Es que la continuidad viene de Hamburgo,
se instala en Punta Arenas y naufraga en Valparaíso,
en esos tiempos que el puerto era capital
y un faro grande alumbraba Chile.
Ellos pensaron que sólo se escribía en árboles
así como lo hicieron antes en arcilla.

Hoy me quedo con mi Om en pixeles, invocando a Shiva
con un amor parcelado y contiguo
en escala de grises,
porque la lectoescritura cuando se entona correctamente y pulsa la neurona
es capaz de generar colores
-Igual que tú