viernes, 6 de febrero de 2015

Cinco, cero y tres





Golpeo acompasado,
abre la puerta y la veo.

Me atrevo decirle que el amor 
    hace juego con sus ojos,

Me atrevo a decir
que  llevo este 5 pitagórico
esperando que lo junte con su triada dialéctica y descubra
que entre ellos,
el 0 se interpone como si quisiera presentarlos.

Ahí es cuando
        le digo cosas tontas
        prohibidas al oído.

Pero por sobre todo
tenga siempre presente:

    Una mujer de su calibre debe saber que su felicidad es contagiosa
    su vector son las ojeadas que hace

De ahí que advierta lo peligroso que es cuando Ud. mira por mirar,
        enamora.
así
    que
            por favor, 
        hágalo con responsabilidad.

No le extrañe entonces
que la comunidad comente todo lo linda que se ha vuelto

    y que lxs barrenderxs quieran conservar sus huellas.

O que vengan de al lado y también del frente a observarla
para arrancar con lascivia pedacitos de su ricura,
macerarlas
y convertirla en postre para esposas.

Finalmente,
después del retozo en el paisaje,
me encanta esperar
a que rías un café conmigo
    y también me digas que te alegro,
que también odias toda despedida,
al igual que yo,
y que los besos debiesen medirse en tiempo geológico.

Pero como suele ocurrir en nuestra vida de adulta 
        te vas...

Pero en las noches,
que es cuando duerme el sol,
le pido por favor que me piense,
que me invente y me desnude
para besarme todos los miedos 
        y me salgan las sinverguenzuras que le propondré 
                                con el próximo café
Se vuelve luna 
        cuando la extraño

y me duermo solamente para soñarla de nuevo
imaginando que ese ratito es solamente para mí,

y disfrutarla, 
            sin promesas.

Toulouse Lautrec